Nuevos

Humano etéreo, dios terrenal

Una piel erizada, sensible al punto de explotar

Ante cualkier roce o cambio de temperatura

En un espasmo leve y placentero.

Triste, melancólico, un día lloroso. Al oído un trino

Perdido por el golpetear de la lluvia en mí dura

Cabeza, a veces tosca, obstinada ke busca una

Imperfección adecua al contorno de mí adaptable

Personalidad, la otra mitad de sonrisa; espejismos

Irreverentes, charcos disfrazados de luna ke se

Alimentan de mis lágrimas y se evaporan con el sol,

Solo he encontrado.

Entre cierro los ojos y creo así un todo de todo, ke

Observo desde la altura de mí pensar, buscando

El error, la sobra, un excedente solitario.

Como un dios tan terrenal como etéreo abro el

Suelo de mi edén con el ke he vestido por siempre

Mis pies, me descalzo y a caminar. Arisco y receloso

Interactuó con tardes de sol, ahí conozco el dolor

Un ardor en los ojos, ke lo apacigua ese tierno soplo

Al decirme ke es normal.

Me encariño, adopto lo tuyo como mió me enamoro

De este mundo, y una tormenta ke permites sea

Creada desde la polución y contaminación de ese

Pasado ke, al menos intente reparar, erosiona la

Geografía del paisaje ke acostumbrábamos mirar en

La ventana de nuestros ojos. Pregunto al viento, ke

Es de los ríos de cristalinas ideas con las ke bañamos

Nuestra conversación.?

Cierro los ojos por recordar ke ese mundo ke creamos,

Vivimos y recorrimos es real. Roto a pedazos, se

Encuentra en mi cuerpo y el tuyo, y en pleno recordar

Lo bonito ke sentía es el grito de los buitres ke me han

Re-enseñado a volar y pa así devolverme a ese cielo

De un trono des-tronado, mi inmaculo lugar.