La flor de otoño
Poeta en mí, dejando mudo mi paladar.
En mi sangre, el linaje de mala ralea arde
Mis venas y un trozo del corazón cuando
Retozo por tu piel morena, y la siento la
Más hermosa flor de otoño, flor ke tanto
Disfruto entre mordiscos des-dentados,
Ke solemos llamar besar.
Bordando poesías en tus labios, ke a
Besos enajenan mis demonios cuando
Cada uno aporta lo ke sabe; la rabia de la
Juventud, la pendejada de la niñez, y la
Confusión de crecer, condimentando así
Un sabroso aprender en cada traspié.
Aunke las gitanas guapas me lo pongan
Mas barato me kedo con tu sonrisa ke da luz
A mis balcones y despierta mis mañanas, con
Tus manos ke se lucran de una galera
Desconocida, un puñado de momentos pa
Saciar mi hambre sempiterna y el aroma de tu
Pelo ke inyecto a mis pulmones abnegados, al
Aroma de flores ke crecen en las alas de los
Ángeles ke he visto caer.
Por eso, sumido en mi cabeza, renuente acoso
Tu recuerdo revolviendo mi costurero de palabras,
En un pobre intento de así regalarte lo único ke
Este poeta des-nombrado, de manos vacías, este
Sastre cagado tiene para dar, entre muchas
Palabras y divagues, un te kiero dibujando un
Poema al corazón.
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